“Con la última señal apagó su linterna, la dejó en la mesa, se sentó y encendió el flexo. Abrió la carta y volvió a leerla, despacio, intentando descifrar lo que estaba escrito entre esos renglones, el verdadero significado de esa mujer que habría de cambiar su vida para siempre. En esta carta podía percibirse, sobre todo el miedo; no estaba seguro de si quería escribirle y si lo hacía que quería decirle; quería ser honesto con el juego que habían inventado y, al mismo tiempo, no limitar esa relación con reglas, ser espontáneo y creíble”.
Así plantea el autor la relación entre los dos personajes sobre los que gira esta esta fascinante novela. En torno a los protagonistas se entrelazan varias historias paralelas que atrapan al lector en una sorprendente superposición de planos expositivos. Los sentimientos, las reflexiones y la propia intriga mantienen la tensión de principio a fin en un relato apasionante, sin desperdicio.